Sobresaltado abrí
los ojos. Allí estaba yo, a un solo paso de desaparecer de este mundo, de
dejarlo para siempre, un solo paso y dieciséis años tirados a la basura. Un
paso más y caería por aquel precipicio, y desaparecería tal y como vine, con un
simple susurro.
No seré recordado, no seré añorado, qué más da, es como si
estuviera muerto y vivo.
En menos de un mes
mi vida ha dado un giro de 360º. El y ella, mi amor y me hermana, ya no me
importan como antes. Ya no estoy con ellos…y lo peor es que me da igual. Desperté
de aquel sueño en el que estaba y con el que estaba echando a perder lo que me había
costado 11 años de estudios. ¿Soy peor persona?, ¿Habré sido buena persona
alguna vez?... Nunca lo sabré.
Avance la pierna
derecha, cerré los ojos, respire profundo y con el corazón a mil por hora…seguí
en el mismo sitio. Alguien me había sujetado, sabía quién era, o mejor dicho sabía
quiénes eran. Una leve sonrisa se dibujó en mi rostro seguida de unas cuantas lágrimas.
Me reincorpore y me gire, allí estaban ella, las siete niñas, o mejor dicho
mujeres que más quiero. Sin dudarlo fui a abrazarlas, sentí el cariño de todas,
y eso me alegraba.
Es verdad, no puedo
dejar este mundo aun, quiero verlas crecer, son de las personas que más quiero.
Quiero apoyarlas con sus decisiones, reír con sus victorias, llorar con sus
derrotas, abrazarlas cuando las lágrimas surjan entre sus preciosos ojos.
Quiero ser su amigo, su mejor amigo.
Ellas son las que me
dan fuerza para seguir adelante, no todo será lo mismo. Pero seguiré adelante, habrán
desaparecido dos partes del rompecabezas, pero han aparecido tres más.
Quiero vivir la
vida, quiero vivirla con ellas. Quiero que me apoyen, que me regañen, que se
mosqueen conmigo, que se rían conmigo, que sintamos juntos.
Quiero cantar a
pleno pulmón canciones de una diosa por las calles de Paris a medianoche debajo
de un paraguas, mientras la lluvia lo cubre todo y hace que nuestra voz se
pierda como un susurro en la lejanía. Reír con ella, y abrazarla hasta que el día
pase por completo.
Quiero reír a todas
horas, con todo tipo de tonterías y disparates, que el tiempo pase y solo nos
hayamos reído, divertido y disfrutado, sin que nadie pueda apagar nuestra risa.
Quiero recibir los
abrazos más dulces que he recibido. Es cierto que las confianzas se pueden
coger rápido, en meses es como si fueran años. Quiero abrazarla, aconsejarla y
dormir entre sus brazos, sintiéndome protegido.
Quiero tener las
charlas más cálidas. Que el tiempo se pase lento cuando estoy a su lado. Qué
nadie nos interrumpa. Que solo existamos ella y yo. Que con una mirada me lo
transmita todo, que le abrace y sus lágrimas me empapen, que la abrace a ella y
pueda sentir ese cariño que nos tenemos, que siempre estemos juntos, tanto para
lo bueno como para lo malo.
Quiero bailar sin vergüenza
las canciones más locas, que todo el mundo nos mire y no nos importe. Quiero
que me aconseje, que me diga lo que decir cuando me quedo en blanco, que me
ayude y que nos riamos juntas, que nos echemos miraditas y a los tres segundos
nos demos un abrazo y un beso.
Quiero recibir los
piques más intensos que una vida puede dar, que ella me insulte me haga sentir
una mierda y me mire con esos ojos que dicen: sabes que es mentira. Quiero
meterme con ella a muerte, hacernos reír, sabiendo que todo lo que digamos no
lo pensamos. Que nos acabemos juntando en un abrazo y que ella me susurre unas
palabras al odio mientras me dice lo mal que esta, y yo no le diga nada, solo
le abrace y le diga: te quiero
Quiero escribir las
historias más bonitas, comentar a todos los que pasen sin importarnos lo que
nos digan. Quiero pasarme horas abrazada a ella, que con una mirada sé que está
pensando y sé que le ha pasado. Quiero que me pida consejo para todas las
cosas, que yo le ayude y que luego cuando lo necesite recurra a ella sin
pensarlo, porque sé que siempre estará hay. Quiero amarla, sentirla, escucharla…
Quiero disfrutar la
vida, quiero cambiar, quiero ser feliz. Que nadie decida mi felicidad por mí.
Quiero levantarme con cada golpe que me den.
Y así fue como mis
pensamientos fueron fluyendo a lo largo de una semana, las vi allí, cerca de mí,
abrazándome y demostrándome que les importo. Mis lágrimas brotaron sin haberlo
planeado. No podía hablar, solo podía decir una palabra que expresaba todo. Os
amo