
Y viendo poco a poco como pasas de mi amor, como desprecias
mis caricias, como quieres ser mi amigo… Viendo como los otros se besan, se
quieren, se odian y nosotros solo nos miramos, sin decir nada. Intento irme con
la música a llorar solo, no quiero estar contigo. Pero me persigues todo el
rato ¿desde cuando haces eso? Déjame en paz, quiero estar solo, vete con ellos…por
favor. Y solo a la lejanía os observo a todos. La primera se acerca, y no puedo
contener las lágrimas, a llorar otra vez por ti. La segunda se acerca, otra
pelea con el novio, una relación difícil pero a la vez bonita.

La despedida llego, intento evitarte, no quiero ni verte. Te
intentas despedir de mi tantas veces…pero ninguna la conseguiste, hasta que al
final, sin mi permiso, me abrazaste…pero yo pase de ti, ya no me importaba nada.
Me voy sin decirte nada, mas lágrimas, mas abrazos. Y al rato se acerca uno de
los dos, y me dice unas simples palabras que me alegraron por dentro, me
quitaron esa furia, esa tristeza, o al menos momentáneamente. “Está claro que
vais a estar juntos. Pronto caerá, ya no le afecta tanto… Es gay”. Y para
acabar esta velada, nos sentamos los cinco en la carretera, en medio, nada nos
importa. Solo queremos ver las estrellas, y llorar por dentro porque los seis
hemos sufrido esta noche.
No quiero pensar lo que pasara esta noche en mi cama, no sé
si llorare, si no dormiré… no sé. Y tampoco sé cómo voy a verte o hablarte.

Pero como dice la gente: “Tu y yo somos como novios, pero no lo somos. Estamos saliendo sin salir”
No hay comentarios:
Publicar un comentario