Siete días, siete historias...

Una semana soñando, hablando sobre la vida y viendo lo que experimentamos con cada calada que le damos a esa pequeña droga que nos une a todos de una manera u otra.

Hablemos de un lunes donde una chica se encierra en si misma, donde hecha de menos y al mismo tiempo se pelea, una chica cuya única compañía entre semana son sus mascotas.

Hablemos de un martes, de un cobarde, de una persona que todo deseo y todo obtuvo…pero que consecuentemente el temor gano y así todo perdió. Que no se arrepiente de nada, evita al pasado y en lo mas fondo sigue amando.

Hablemos de un miércoles en el que un soñador de un día para otro se rindió en el amor y en cumplir sus sueños, pero que a los tres días levanto cabeza y volvió a luchar por el.

Hablemos de un jueves donde un joven reflexiona tumbado, dejando que sus tímpanos estallen en una utopía musical, piensa, se pregunta que es el amor. ¿Por qué todos lo experimentan menos yo? O… ¿Por qué no quiero experimentarlo?

Hablemos de un viernes donde un chico se quedo mirando fotos de un amor que partió en avión, que hicieron sentir en su interior esa oscuridad que creía ya exiliada. Que ve fotos del presente y siente el sabor a sangre que brota de la decepción.

Hablemos de un sábado donde una chica se sentó en su cama dejando que las lágrimas afloraran mientras leía una conversación en móvil con su novia. Una chica de olor característico que no sabía lo que era realmente amar hasta que apareció ella.

Hablemos de un domingo donde una niña enfrente de una pantalla llora mientras unos acordes le transportan a días del pasado donde una amiga era su vida, y esta se desprendió de forma brusca con un mar de distancia.

Hablemos de lo que para nosotros es una semana normal en nuestra vida, siete días y catorce protagonistas. Ese deseo de querer y no tener o tener y doler…