Acordarte de la primera impresión que
te dio tu clase, una clase aburrida, sosa, problemática….
Con el paso del tiempo las
opiniones cambian, te vas haciendo a la idea de lo equivocado que estabas al
principio.
Están los estudiosos, los más
rebeldes, los más callados, los más amables, los más carismáticos, los
graciosos… una variedad que solo se consigue al juntar a una diversidad de
especies en un mismo cubo.
Y está el, esa persona que desde el
primer día ya te llamo la atención, pero que nunca tuvo oportunidad por culpa
de que mi corazón ya tenía dueño por aquel tiempo. Solo me fijaba, alguna clase
pasaba mientras le miraba por detrás, riéndome de sus tonterías, o solamente
pensar en lo guapo que es.
Te quedas pensando que alguna vez
en la clase lo único que había para ti era el…
Y cuando la tormenta acaba los
rayos de sol salen.
Soy optimista, tengo cosas en mi
ventaja y creo que lo conseguiré. Pero siempre está el recuerdo del anterior
amor que nunca salió bien y por tanto un poco previsor soy…
Pero parece que no me importa
sufrir puesto que me estoy pillando… y mucho…
No hay comentarios:
Publicar un comentario