Llegaron MDNox y
Sergio, para mí una de las parejas más parecida y a la vez más diferente que he
visto en toda mi vida. Fuimos abajo, apenas a los diez minutos llego Pris-CkB.
Estuvimos un rato dando vueltas sin saber qué hacer, varios juegos de mesa a
medio acabar sin ningún resultado. Llego Antonio, y la cosa empezó a animarse
un poco, fotos, música, risas, bailes en la consola. Entonces se tuvo que ir
Pris-CKB llego él y su hermano gemelo. Se iba a quedar conmigo y con mi hermana
que luego llegaría de una boda. Cenamos nos reímos y todo normal como cualquier
día. Se fueron Nox y Sergio, y los cuatro nos quedamos esperando a mi hermana.
Un mensaje:
-No puedo ir, lo
siento.
Al final nos quedaríamos
solos los dos. En cuanto se fueron los otros dos, me dijiste:
-Ahora haremos eso
que tú y yo sabemos- Con una sonrisa sospechosa que me dejaba desorientado.
Te referías a gastar
alguna que otra forma. Enseguida se me vino una broma que nos haría gracia y
que no se lo tomaría a mal. Kaar. La llamamos, yo estaba llorando nos habíamos peleado.
Te odiaba. Estaba harto. Esas palabras me consumían poco a poco. Tu turno. Me decías
que tenía razón que lo mejor era acabar la amistad. Kaar estaba intentando
apoyarme, a ti te decía cabron por “no haberte quedado a dormir solo conmigo
por miedo a que te haga alguna mariconada”.
Mientras que decíamos
esas palabras yo te abrazaba, apoyaba mi cabeza en tu cuerpo o te daba un ligero beso en la sudadera, para
de alguna forma creerme que no es verdad todo eso que estás diciendo.
Estábamos a punto de
acabar la broma cuando dijiste lo que más me jodio del mundo aunque fuera de
broma y la única verdad fuera que no tengo posibilidades.
- Es que la gente le hace falsas ilusiones, le
dicen que tiene posibilidades conmigo, pero no las tiene.
Palabras que me
sentaron como una puñalada, como si esa felicidad que fui acumulando con cada
sueño, con cada ilusión se fuera.
La broma termino, no
le molesto el absoluto, ella tenía problemas propios por lo que a mí me sentó
mal que se la hiciéramos a ella con lo que nos quiere a los dos.
Esas esperanzas se
fueron recobrando al cabo de la noche con grandes gestos que lo cambian todo
sobre ti. Las 8:30 y tú y yo aún despiertos. Es hora de irse a la cama, y
observarte como duermes, escuchar tu respiración, y soñar con besos que solo el
destino sabe algún día si pasaran. Te quiero.
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