La tarde empezó con
una broma, una broma por parte de la persona que es como mi hermana y yo,
contra tu persona. Una broma en la que use todo mi “dramatismo” y te hice
sufrir. En su momento nos hizo gracia y mucha, por que estabas demasiado. Pero
me pase, lo sé, palabras como “Debería haber muerto cuando tenía que hacerlo
para así no conocerte, si no hubiera sido por los médicos…” o “llevo tres
semanas fingiendo nuestra amistad, llevando una puta mascara, ya estoy alto”.
Estabas mal, muy
mal. No sé si habrías llorado creo que no porque nunca lloras, pero tenía ganas
de decirte la verdad en cuanto me dijiste como estabas, no puedo verte sufrir,
siento una presión en el pecho, como una puñalada. Cuando a ti te hacen daño a mí
también me lo hacen. Que de repente me saltes de nuestra amistad a “nuestra relación”
me desconcierta no sé a qué viene. No sé
por qué me preguntas cosas como “porque te enamoraste de mí, si dicen que mi
hermano gemelo es mucho más guapo” Quizás sea porque te dije que no sabía nada
de ti. O porque estas empezando a sentir algo según nuestras amigas…
De cualquier modo la
vez que tuve más ganas de llorar fue cuando me enviaste esa canción tan
especial, que es súper bonita, muy romántica y que cada vez que la escucho
pienso en nosotros. Te digo que es de amor y tú con un simple da igual ya lo
arreglas todo.
Nos despedimos, te desconectaste
del chat. Quedamos esa noche porque teníamos un cumpleaños, el de mi enana. Teníamos
que envolver los regalos los cuatro juntos, yo, tu mi “hermana” y tu hermano.
Casi no hablábamos, yo solo pensaba en lo nuestro y en nada mas, estaba como
ausente. Te montaste en la moto y ninguna palabra. Llegamos como si nada.
Cenamos, casi no hablamos. Estabas raro… Pero te comprendía todo era culpa mía.
Tenía que decirte la verdad. Seguimos la broma con mi “hermana” hablando contigo,
haciendo como si le hubiera dicho lo mismo que te dije a ti. Me llamasteis.
Pronto te lo tendría que decir. Ya estabas sufriendo. No me podía aguantar la
risa, pero en el fondo tenía miedo de que te mosquearas no me hablaras, en cualquier caso me lo merecería.
De repente en medio de
la conversación de los tres me saltas con una cosa que a mí me deja traspuesto
y a mi “hermana” con una cara de no creérselo. “¿De verdad crees que si no te quisiera
te habría dejado cuando me dijiste que me querías como algo más que amigos?”.
No me lo podía creer, de todas formas fuera cual fuera el significado de esa
frase, solo tú lo sabes a la perfección, solo tú la entiendes en todos sus
sentidos.
La hora de decírtelo,
te lo dije, un simple “¿Qué?” como respuesta, y sin responderte, te abrazo y
nos quedamos un rato abrazadas. Mientras mi hermana te lo explica todo .Me
miras aliviado, como tú dices, al principio te sentó mal, pero luego dijiste
que te habías quitado un peso de encima, que menos mal que era una broma.
Y me hermana para aumentarme las ilusiones me
dice que ella o cualquier otra persona, al haberle dicho esas cosas tan feas,
se habría mosqueado y al rato o al día siguiente habría querido aclararlo todo.
Que como me quieres me lo dices enseguida, no te mosqueas ni nada por el estilo.
Me dice que me has empezado a responder como cuando ella se pelea con el novio,
que le respondes como el, de la misma manera. Eso lo único que hace es aumentar
mis ilusiones, cada vez más.
Y para acabar esta
noche, enseñándoos a conducir la moto, a los dos. Y por primera vez… te
agarraste a mí en la moto. Quizás sea el principio de un sueño, o solo sea que
estoy soñando y no veo la realidad.
Te he hecho daño lo siento, Te quiero tanto, que si tu sufres yo también.