Ya sea por
cualquiera de esas razones, pero fue un día que no quiero recordar, diría que
uno de los peores de mi vida.
Empezar la noche
anterior siendo marioneta del alcohol, no ser capaz de controlarte… y hablarle.
Echarle en cara todo eso. ¿Quién se cree que es? ¿Por qué me evita tanto? Uno intenta
ser su amigo… y ni siquiera un hola o un adiós… vaya como es la gente de
gilipollas. Y cuando se desconecta y te dice: Ya hablaremos básicamente cuando
no estés borracho. Una oscuridad te inunda, porque sabes que no lo has hecho
bien. Que has perdido cualquier oportunidad que tuvieras. Otra vez… yo mismo consumí
la vela de mi esperanza, y me quede sin posibilidades.
Despertarte con una
sed increíble, y que escuches gritos de tu padre peleándose con una de tus
abuelas. Decirle todo tipo de palabras y tu callado cierras los ojos intentando
despertar de ese sueño. Con los minutos la cosa empeora, de cuatro abuelos dos
llorando y los otros dos entraron en pelea o pelearon luego. Tu padre mosqueado
y ver a tu madre tumbada en la cama llorando… solo me hacen coger la moto e ir
a su casa.
Porque el tiempo
todo lo perdona, los que hace meses no se hablaban vuelven a estar bien y se
apoyan como siempre. Ella era la única que me podía calmar en ese momento, quizás
porque es la que mejor me conoce…
Luego ese susto de
caerte en la moto con otra persona que te importa mucho. Tu primera vez, la
inseguridad que siento ahora al conducir…. Es más grande que la que sentía aun
al principio.
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