Por la mañana
respirar la brisa marina, cerrar los ojos, escuchar la música y soñar. Sabiendo
que no tendrías que estar ahí, que tendrías que estar encerrado en una clase
cual pájaro que ansía su libertad. Pero en cambio hay estas, en el acantilado,
te das la vuelta y le ves a el observándote desde el mirador, sonriéndote, y al
lado suya mi enana. Saber que eres afortunado por tenerlos.
Te das cuenta de que
ya has cambiado, que ya no eres como hace tres meses, ya no eres ese alma que
siempre tenía una espina clavada en el corazón, que siempre sufría y solo tenía
el consuelo de sus lágrimas, te das cuenta de que ahora sonríes, bailas,
cantas, eres feliz. Tendrás tus bajones, tus mini depresiones, pero eres fuerte
sabes que lo conseguirás y no pararas hasta conseguirlo, eres un ganador y lo
sabes…
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